Pon a punto tu material de esquí

La temporada de nieve se acerca y es preciso mantener el equipo de esquí preparado para una práctica sin ningún problema. Lo recomendable es haberlo dejado todo perfecto al acabar la temporada pasada, pero, en caso contrario, es necesario seguir los siguientes consejos.

La manera de estar preparado para esquiar

Esquiar es un deporte único, donde el usuario puede disfrutar de un conjunto de sensaciones beneficiosas para su salud e, incluso, su estado de ánimo. Pero, para que esta práctica sea completa, es preciso haber conservado a la perfección todo el material requerido.

Durante el verano y, por lo general, todo el periodo que no se realiza este deporte, todos los materiales deben guardarse protegidos de toda humedad. Aunque lo mejor es hacerlos pasar por el taller, al menos, una vez al año, para darles el mantenimiento preciso.

Para comenzar, se deben afilar correctamente los esquís. Una vez comprobado que las suelas de los mismos está libre de agujeros, hay que pasar a afilarlos. En caso de encontrar agujeros, el polietileno es lo indicado para taparlos, lijando después los sobrantes.

Muchos profesionales apuestan por moldear la estructura de la suela en función del estado de la nieve por donde van a moverse. En este sentido, un dibujo marcará la diferencia entre nieve primavera y nieve dura. Lograr una mejor sensación de deslizamiento está en las preferencias de cada uno.

Si el esquiador conoce el tipo de nieve donde va a realizar su deporte, le conviene un enceramiento específico. Ante una nieve muy fría, es preferible cera con endurecedor.

Para conservar perfectamente las botas, es necesario dejarlas secar y guardarlas con bolas antibacterianas. Hay que tener cuidado con que no se deforme la lengüeta y mantener los ganchos flojos. Con respecto a las fijaciones, se recomienda mantener el muelle en el punto mínimo.

La buena práctica del esquí debe antecederse de varias medidas de precauciones.